Como ya defendí en mi primer artículo de Arcanis, Ajedrez y Magic tienen mucho en común. Hoy me gustaría profundizar un poco en uno de los aspectos más interesantes de los que se pueden retroalimentar: El cálculo de Variantes (Lo que viene siendo escoger una o varias acciones, y calcular sus posibles respuestas y consecuencias).

Saber calcular con rapidez y precisión las variantes es una cualidad fundamental. El jugador que calcule mal está expuesto a perder con un solo movimiento o jugada lo que ha ganado durante toda la partida. Ahí está el porqué todo los maestros de talla o los pros, calculan perfectamente cualquier posición aún cuando la valoran deficientemente o no armonizan bien las combinaciones.

Pero... ¡Espera! ¿Cómo puede ser que calculen a la perfección y que valoren mal los resultados? No es lo mismo, los errores de cálculo vienen de cosas exactas, como sumar daños, posibles bloqueos, que nos respondan con una carta que sabemos que tiene... En cambio valorar la relojes replicas posición resultante, es dar una “puntuación” a la resolución final.

¿Cuántas veces habéis analizado una partida, y cuando cruzáis comentarios con vuestro oponente o un amigo y el os dice, aquí estabas muerto y tu piensas que estabas mejor?

En lo que a Magic se refiere, calcular puede ser aveces algo aparatoso porque, a diferencia del Ajedrez, no disponemos de toda la información (igual que el oponente no dispone de la nuestra). Eso no quiere decir que no podamos sacar una valoración muy próxima o que no debamos usar una replica vacheron constantin metodología para mejorar resultados.

La metodología más habitual en Ajedrez son las jugadas candidatas, es decir, analizamos la posición, detectamos que plan debemos tener (en magic, que rol debemos tomar, de que cartas protegernos...) y luego según nuestra posición, o en el caso de magic las cartas que tenemos, buscamos las 2, 3 o 4 lineas de juego que parecen ser las mejores.

Un ordenador, si pudiera en magic, calcularía todas las posibilidades, opción por opción, descartable o no, y acabaría sacando la linea que mas porcentaje de victoria tuviera. Los humanos no tenemos esta capacidad. Además, que nos interesa ahorrar energía para agotarnos lo menos posible a lo largo del torneo.

Para ello, desechamos las opciones que son claramente peores, y de ahí, elegimos las que consideramos 2 o 3 mejores. La ventaja que esto nos aporta es tiempo, una visión algo más amplia y un análisis más coherente.

Al usar esta metodología, podemos evitar algunos errores en los que muchos caemos (yo mismo), como por ejemplo, llegar en un turno crítico, y jugar la primera jugada que nos parece la mejor, obviando que el oponente podía tener respuesta y nos hubiéramos podido cubrir.

Una vez escogidas las 2 o 3 mejores jugadas, hay que empezar a calcular, ¿Cuál de ellas es mejor? Hay que tener en cuenta muchos factores, algunos de ellos ligados con mi primer artículo, como el tempo, ventaja de cartas, las vidas... y otros, como el rol que debemos seguir en la partida, contra que cartas no podemos ganar o debemos protegernos y demás.

También hay que destacar, que debemos dar al cálculo una profundidad suficiente. Cierto es que en Magic, la mayoría de veces se basará en nuestro turno, el suyo, y otra vez el nuestro, pero en algunas, deberemos trazar un plan o mirar un poco mas lejos (El pairing UWR contra JUNK puede encajar en esta descripción la mayoría de veces).

Esto puede parecer un poco pesado o incluso repetitivo, pero como todo mecanismo, al final se automatiza, y se realiza de una forma casi imperceptible. Para automatizar y conseguir una técnica más depurada, se suele dar el consejo de no volver atrás en los análisis, no sólo nos ahorra tiempo, sino que además nos ayuda a acostumbrarnos a estar centrados, eso sí, al principio no os desesperéis si decidís intentarlo ya que solemos ir mas lento y ademas, fallar algo más.

Para complementar el proceso de toma de decisiones muchos jugadores se apoyan en la intuición, la cual puede ser una herramienta perfecta, pero también puede jugarnos malas pasadas.

¿Cómo se usa la intuición? La intuición aparece cuando tenemos unos parámetros o unos esquemas que tienen unas características en común, aparecen a través de la experiencia. Esto tiene una ventaja muy clara, al poder basar nuestro proceso de toma de decisiones en esquemas, nos facilita la tarea, y posiblemente podamos elegir la opción correcta mucho mas fácilmente.

Por contra, si nuestros esquemas replica hublot o nuestra intuición son erróneos o no están entrenados, nos pueden hacer tomar decisiones falsas. Por ello, los jugadores que se basan mucho en la intuición, suelen tener problemas de adaptación al principio de cambio de formato, o requieren un gran número de partidas a un formato para empezar a tener un alto rendimiento.

Para entrenar la intuición, aparte de jugar partidas, debemos detectar algunos patrones. Uno que se me ocurre ahora muy presente en el actual T2, es la toma de iniciativa. Generalmente, y aún más jugando contra Rable decks, es no jugar la amenaza si el oponente está abierto, comernos el removal, y él en respuesta nos juegue Rable o cualquier amenaza.

Una forma de entrenar la intuición en Ajedrez para esta linea, es resolver problemas con una misma temática, para que durante las partidas, nuestra intuición detecte las temáticas al tener unas estructuras típicas. Como el ejemplo siguiente.

Este tema táctico, se llama clavada.
La clavada es un tema táctico que consiste en que una pieza está replicas de relojes inmobilizada debido a que tiene una pieza de mayor valor o el propio rey y, si esta se moviera, capturaríamos dicha pieza.

Como podéis ver en diferentes diagramas, la posición no es la misma, pero la temática sí. Lo mismo pasa con los cartones.

En definitiva, las similitudes entre Ajedrez y Magic (como entre Magic y otros juegos) deben aprovecharse. Aunque Magic es más variable (fundamentalmente por su componente azarosa) hay mucha teoría que siempre está ahí, y que será vigente. Espero que os haya aportado alguna idea este artículo,  y como siempre, toda opinión será bienvenida. ¡Saludos!

¡Nos vemos en el Arcanis!

Pedro